lunes, 30 de junio de 2025

Ágora de la memoria virtual

 La pandemia por COVID-19 obligó a repensar muchas formas de trabajo, y la CEV no fue la excepción. En lugar de suspender sus actividades, adaptó sus metodologías y creó espacios virtuales para seguir conectando con las víctimas en el exilio. De ahí nació la “Ágora de la Memoria Virtual”, un espacio en línea donde cientos de personas pudieron compartir sus testimonios y construir memoria colectiva a distancia (Martínez-Leguízamo, 2022, p. 128).

Este espacio funcionó como un archivo vivo, una sala de encuentro y una herramienta política al mismo tiempo. Fue innovador porque permitió reunir a personas que viven en diferentes países, sin necesidad de desplazarse físicamente. También fue una forma de mantener viva la conversación sobre la verdad y la justicia en tiempos difíciles.

Uno de los momentos más importantes de esta experiencia fue el 7º Encuentro por la Verdad, realizado en noviembre de 2020. Participaron más de mil personas exiliadas desde más de veinte países. A través de pantallas, plataformas de videollamadas y redes sociales, compartieron sus voces, denuncias, esperanzas y demandas (Martínez-Leguízamo, 2022, p. 129).

La Ágora Virtual demostró que las tecnologías digitales pueden ser aliadas poderosas para construir procesos de memoria, sobre todo cuando las condiciones presenciales no lo permiten. Además, dejó un modelo valioso para otras comisiones de verdad que, en el futuro, quieran trabajar con diásporas o comunidades desplazadas.

La CEV en el estudio del exilio

 Uno de los mayores avances del Acuerdo Final de Paz firmado en 2016 fue incluir la voz de las personas exiliadas en el proceso de verdad y reconciliación. La CEV asumió este reto y lo convirtió en una parte esencial de su mandato. No fue fácil, pero gracias al esfuerzo de muchas organizaciones en el exterior, el exilio fue reconocido como una expresión concreta del conflicto armado colombiano (Gobierno de Colombia & FARC-EP, 2016, p. 131).

La CEV no se limitó a escuchar testimonios. También desarrolló un enfoque metodológico que permitió integrar a los exiliados en el diseño del proceso. Esto significó organizar encuentros, talleres, campañas pedagógicas y estrategias de participación desde distintos países. Fue un proceso que se pensó desde el respeto, la escucha y el reconocimiento de los saberes de las víctimas (Martínez-Leguízamo, 2022, p. 118).

El informe final del exilio, construido en cinco fases, mostró que el destierro no es un hecho aislado, sino una política sostenida de silenciamiento. Al darle un lugar central en su narrativa, la CEV ayudó a visibilizar cómo las dinámicas del conflicto se extendieron más allá del territorio colombiano, afectando profundamente a miles de personas en otros países.

Este reconocimiento no solo tiene un valor simbólico. También implica repensar la historia del conflicto colombiano desde una perspectiva más amplia y plural, donde todas las víctimas, estén donde estén, sean escuchadas y reconocidas.


Los colectivos en el exilio y su rol protagónico en la constitución de la CEV

Lejos de ser simples espectadores, los colectivos de exiliados han sido actores fundamentales en el proceso de esclarecimiento de la verdad en Colombia. Muchos de ellos llevan años organizándose en distintos países, documentando casos, promoviendo el reconocimiento de sus derechos y denunciando violaciones a los derechos humanos.

Durante el proceso de paz y la posterior conformación de la CEV, estas organizaciones jugaron un papel clave. No solo facilitaron la recolección de testimonios, sino que también propusieron metodologías, asesoraron a equipos de trabajo y generaron insumos para que el informe final tuviera en cuenta sus experiencias (Martínez-Leguízamo, 2022, p. 127).

Desde finales del siglo XX, grupos de colombianos exiliados —especialmente en Europa— han realizado acciones políticas importantes. Por ejemplo, en países como España o Francia se organizaron eventos públicos, actos simbólicos y encuentros con organismos internacionales. Estas acciones ganaron fuerza con los diálogos de paz en La Habana y fueron decisivas para que la CEV incluyera al exilio en su mandato oficial.

La existencia de nodos en al menos 19 países demuestra el compromiso y la capacidad de estos colectivos para articularse a nivel internacional. Además, su trabajo ha sido reconocido institucionalmente, y sus contribuciones fortalecieron la legitimidad del trabajo de la CEV fuera del país (Ortiz et al., 2020, p. 91).

domingo, 29 de junio de 2025

Politizar el exilio

 Hablar de exilio colombiano no es solo referirse a personas que salieron del país huyendo de la violencia. Es también reconocer que muchas de esas salidas fueron provocadas por decisiones políticas deliberadas para silenciar a ciertos sectores sociales y políticos. En lugar de verlo como una consecuencia inevitable del conflicto armado, algunos investigadores, como Martínez-Leguízamo (2022), lo interpretan como una forma más de violencia organizada por el Estado (p. 120).

Este tipo de lectura permite entender mejor por qué es importante hablar del exilio como una categoría política. No se trata simplemente de una migración más. En muchos casos, se trata de expulsiones planificadas contra líderes sociales, defensores de derechos humanos o miembros de movimientos políticos que incomodaban al poder. Así, el exilio se convierte en una estrategia para excluir del escenario político a quienes representan una amenaza para las élites dominantes.

En este sentido, el “territorio 11”, como lo llamó simbólicamente la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad al referirse al exilio, pone sobre la mesa que también desde fuera del país se ha vivido el conflicto. Personas que viven en países como España, Suiza, Canadá o Argentina han sido parte de esta historia de violencia, aunque durante mucho tiempo sus voces no fueron tenidas en cuenta (Ortiz et al., 2020, p. 82).

Por eso, politizar el exilio significa reconocerlo como una forma concreta de victimización. Implica también incluir a estas personas en los procesos de verdad y justicia, entender cómo fueron afectadas y qué papel pueden jugar en la reconstrucción de una memoria colectiva que sea más justa, plural y completa.

Ágora de la memoria virtual

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